No vamos a negar que lo mejor de probarlo ha sido refrescarnos con él sin estar preocupados porque el agua acabe con la fiesta, pero en este producto además se ha priorizado el diseño y es llamativo.
Inalámbrico y con iluminación personalizada, el JBL Pulse 3 es la evolución water-resist del Pulse 2.
Diseño: imposible pasar inadvertido con él, comprobado
El diseño cilíndrico saca provecho a la superficie para emitir el sonido en 360 grados, con dos subwoofers pasivos en la base y la cara superior.
La iluminación "baila" con el ritmo de la música y puede personalizarse, tanto a nivel de patrón como creando uno nosotros mismos
Aunque lo destacable es el panel LED también en 360 grados que ocupa unos dos tercios del cilindro y que es uno de los principales atractivos del producto y también uno de los factores diferenciales. La iluminación "baila" con el ritmo de la música y puede personalizarse, tanto a nivel de patrón como creando uno nosotros mismos.
Para ello hay que utilizar la app JBL Connect (disponible de manera gratuita para iOS y Android), que nos servirá además para enlazar distintos altavoces JBL.
Hay siete patrones de iluminación predeterminados que pueden personalizarse tomando un color como referencia (de una paleta o de nuestro alrededor, gracias a la cámara), o bien crear uno seleccionando los movimientos de las luces (hasta tres a la vez). Puede seleccionarse desde la app, o bien cambiarse desde el altavoz con el botón específico.
Unos bajos con presencia
El diseño puede ser un punto a considerar en la compra de uno de estos altavoces, pero lo crucial y básico es la experiencia con el sonido.
Lo que destaca es que la calidad del audio se mantenga a si subimos a estos volúmenes máximos.